Por Sergio F. Carbone

Magister y Profesor en Filosofía

 

 

 

 

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EDUCAR PARA QUE NO PIENSEN POR NOSOTROS (2002)

 

 

Para Sísifo, haber sido condenado por los dioses a subir una pesada piedra hasta la cima de la montaña, una vez ahí soltarla, bajar, retomar la pesada piedra, volver a subirla y repetir la operación hasta su ultimo día de vida lo fatigaba; pero pensar en el sinsentido de su tarea lo atormentaba. No encontrarle sentido a lo que se hace es doloroso, ahora, no encontrarle sentido a la vida es trágico; pero una tragedia con salida, no como la tragedia griega que es ab aeterno, se prolonga a las generaciones siguientes (como Edipo con Antigona, etc, etc).

¿Aprendió Sísifo que podía cambiar el sinsentido de su tarea? En caso de haberlo aprendido, ¿cómo lo realizaría? No podemos saberlo, pero sí podemos saber que a Sísifo le pasó (de manera mas exacerbada) que no le encontró sentido a la vida; y su vida se reducía solo a eso: cargar inútilmente una piedra . Eso fue lo peor de su condena.

Muchos de nosotros (o  todos), alguna vez (o varias) no le econtramos sentido a la vida ; pero tal vez contemos con mecanismos para encontrárselo, o por lo menos tener la ilusión de que lo hacemos.

Cuando digo nosotros  me refiero a los adultos. En el caso de los niños y los adolescentes es muy didiícil –por no decir imposible- contar con estos "tesoros" que nos permiten a los adultos tratar de vivir con sentido la vida ...o hacer que tratamos, porque como adultos sabemos que la pérdida del sentido de la vida es incompatible con la vida. Los niños y adolescentes están en forma presente vinculados a la institución que deberiía tener como primer mandato moral (palabra con mayor peso ontológico que pedagogía) generar seres capaces de encontrarles por sí mismos el sentido a la vida. Encontrarles por sí mismos el sentido a la vida los salvará no solo de muchas situaciones adversas; los salvará de la vida misma.

La escuela descuida y hasta elude esa obligación moral –mas que pedagógica- y se sigue ateniendo a estructuras enciclopedistas con algunas pequeñas pinceladas de progresismo.

¿La escuela de hoy es mejor que la de ayer?...¿Qué variables tendríamos en cuenta para contestar esta pregunta?...¿Tiene sentido esta pregunta (como la vida)? Sí, seguramente que lo tiene, así como también la vida. Pero la cuestioón estriba en que la escuela de hoy es paradójicamente mejor e igual que la de ayer. La escuela de ayer , ejercía su funcion de control y dominio como toda institución –de siempre- pero otorgaba menos libertades y menos aperturas afectivas. En esto la escuela de hoy dió un paso adelante pero dió dos pasos atrás . Un paso adelante dos pasos atrás –como decia Lenin-. Uno de los pasos atrás está dado por el hecho de no cumplir (o hacerlo a medias) con las expectativas puestas por los ojos ajenos e incluso los de la propia escuela: la expectativa de cambiar.El segundo paso atrás es un efecto de la inercia del primero: mantiene las estructuras informativas.

   Si queremos adultos que le encuentren el sentido a la vida porque cuentan con una serie de herramientas con fundamentos sólidamente construidos sobre la  base de valerse del entendimiento propio y no dejarse arrastrar por cadenas identificables (como puede ser la misma institución educativa) o impersonales, y si queremos adultos que posean un margen de libertad más amplio, a pesar de las innumerables limitaciones de la vida, entonces tenemos que formar en lugar de informar y tenemos que detenernos a replantearnos "de vez en cuando" nuestra función docente.

   Hoy la información está al alcance de cualquier niño o adolescente –marginal o no- por el bombardeo de la imagen.

Si la escuela no cambia al respecto bien podria cerrar sus puertas, bastaria con la PC. Pero la escuela es una institución que debe (entre otras cosas) ser el antídoto de la información telemática pero sin negarla (incluso es inevitable y necesario incorporarla a la escuela ) .

La educación como "antídoto" de lo meramente informativo debe generar desde el nivel pre-primario hasta los mas altos niveles académicos habilidades de pensamiento.

Todos ingresamos al Jardín de Infantes llenos de preguntas y avidez por conocer y descubrir el mundo al que nos arrojaron sin nuestra solicitud, porque en esa época todo nos fascina y vamos construyendo nuestro propio mundo buscando respuestas a las preguntas que nos formulamos, pero la primera falla de la escuela es que nos proporciona las respuestas, no valora las preguntas y nos lleva de la mano hacia donde ella quiere sin detenerse a entrenarnos en el pensar con habilidad.Pensar con habilidad significa proporcionarnos herramientas filosóficas ejercitándonos en la fundamentación, la búsqueda de supuestos,las relaciones causa-efecto, en la búsqueda de ambiguedades, de contradicciones,etc.

   Esto puede llevarse a cabo en todas las asignaturas, pero la enseñanza de la filosofía es un proceso esencial para lograr estos objetivos

   La filosofia es un ejemplar devaluado por muchos motivos que no es menester plantear aquí; pero garantiza (en fofma transversal) el alcance de estos logros.

   Así como los niños pueden aprender matemática, naturales, sociales y lengua, también pueden y deben conectarse con la filosofía. Respecto a la  asignatura mencionada (lengua), nos permite descubrir el mundo a través de la palabra. La palabra es la contracara del pensamiento, conclusión: los niños pueden hacer filosofía del mismo modo que pueden hablar.

   La propuesta es introducir la filosofía  desde el Jardin hasta la Universidad – por lo ya expuesto-.

   La esnseñanza de la filosofía se limita al último año del bachillerato; en tal caso creo que  es más lo que deforma que lo que forma, porque el desconocimiento absoluto de los chicos- sin culpas al respecto -obliga al docente de filosofía a bajar los contenidos hasta niveles donde uno se pregunta si no tergiversó al punto de no haber dado una clase de filosofía, más allá de que en ocasiones hay situaciones áulicas con olor a filosofía.

  Para que dé resultados palpables debería tener continuidad, desde la infancia en adelante, siempre dentro de un marco que abarque todas las disciplinas (la filosofía se vincula con todas) y en forma grupal; no es casualidad que haya nacido así: Sócrates dialogaba en el ágora, en el gimnasio,etc.; Platón escribió en forma de diálogo; Aristóteles deambulaba por los parques del Liceo con sus alumnos dialogando; las innumerables escuelas filosóficas que se desarrollaron durante el helenismo preconizaban el debate, la fundamentación lógica y la hermandad de sus miembros.En la etimología del término filosofía está la palabra amor.

   Seguramente, esto por sí solo no aseguraría el éxito escolar, pero entiendo que sería un beneficioso soporte y tal vez hasta lograría que conservemos por siempre ese maravilloso asombro por el mundo y la vida que nos invade en la infancia.

 

 

                                                 Magister y Profesor Sergio Carbone

                                                 Mail- carboneser@yahoo.com.ar

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